El temporal

Esta mañana hemos amanecido sin luz y con un viento de aupa.
Estábamos Martín y yo jugando con el barco pirata y el Arca de Noé con Matías observándonos de cerca cuando de repente hemos oído un estruendo terrible. Nos hemos dado un susto de muerte, aunque yo en seguida he procurado disimularlo para intentar que Martín y Matías se tranquilizaran. Me he acercado a la puerta de la terraza y la he visto llena de hierros.
En el rellano nuestro, en la zona del ascensor hay ... bueno, mejor dicho, había una claraboya que el viento ha decidido arrancar. Montones de trozos han salido volando hasta los jardines de los vecinos y otros han caído en nuestra terraza.
Ha sido impresionante. No quería ni pensar en la posibilidad de que alguien hubiese resultado herido, pero por suerte todos los vecinos, como nosotros, estaban en casa.
Así ha quedado la claraboya (bueno, lo que queda de ella). Esperemos que no llueva hasta que la arreglen...:

Así nuestra terraza, después de que mi padre la arreglase un poco y protegiese los hierros para que no salieran más disparados.

Luego hemos oído otro ruido. Una de las chimeneas ha perdido toda la parte de arriba y ha caído entera en el jardín de abajo. Les ha roto el toldo, mesas, macetas... Por suerte no había nadie en ese momento en el jardín.

Una chimenea que ha resistido al viento:

La chimenea que el viento ha decidido decapitar:

Hemos estado varias horas del día sin luz y otras tantas sin agua.

Mi marido, que ha salido a comprar, me ha contado que el pueblo es un caos. Todo lleno de árboles caídos, coches destrozados por piedras, árboles y objetos varios. Contenedores por cualquier lado...

La fuerza de la naturaleza siempre me hace sentir tan débil.

Más tarde, al mediodía, he visto en las noticias lo ocurrido en Sant Boi. No tengo palabras. ¡Qué triste!